Construcción de estilo gótico muy tardío del primer tercio del siglo XVII.
Presenta en planta una nave única de tres tramos y cabecera más estrecha recta. Dos capillas se abren en el tercer tramo de la nave a modo de brazos de crucero. Se cubre la nave con tres tramos de bóvedas estrelladas con arcos conopiales, cubriéndose la cabecera de la misma manera, con óvalo central. Las capillas se cubren por bóvedas de crucería.
El coro se emplaza a los pies de la nave y posee dos alturas. La sacristía se cubre por dos tramos de bóveda de crucería y queda adosada a la cabecera por el lado de la Epístola.
Planta de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
La iglesia muestra un aspecto imponente en el exterior, debido a la existencia de un gran pórtico neoclásico de dos alturas y triple arco de medio punto en el cuerpo inferior y tres ventanas semicirculares en el superior. Se cubre en el interior por techumbre de madera. Cobija una puerta de medio punto moldurada culminada por una hornacina con una escultura de piedra de la Asunción, del siglo XVII.
El pórtico neoclásico sustituye a otro anterior de la época de la iglesia y continúa por ambos lados de la iglesia por dos alas construidas en 1952.
Preside el presbiterio un retablo mayor barroco de hacia 1680, retocado en 1807 cuando se le añade el tabernáculo y el grupo de la Asunción. Carece de relieves, siendo la iconografía únicamente imágenes de bulto de varios estilos y épocas, renacentista, tardorromanista, barroco, clasicista y gótico de estilo hispano-flamenco del siglo XV, como el Calvario del ático. La policromía es de la segunda mitad del siglo XVIII. Junto al retablo se emplazan seis sitiales neoclásicos del siglo XIX.
En el lado del Evangelio se encuentra un retablo de estilo barroco muy tardío dedicado a la Virgen del Rosario, de hacia 1807. La imagen titular es de la primera mitad del siglo XVII, de buena calidad artística. En el lado de la Epístola, otro retablo simétrico al anterior dedicado a San Pedro.
Debajo del coro se emplaza el monumental grupo de la Trinidad en madera policromada. El Padre Eterno, sedente, con imponente cabeza, tiene en su regazo el cuerpo de su Hijo. Es de estilo gótico, de finales del siglo XV o principios del XVI.
En la sacristía se conservan algunas piezas de orfebrería, aunque se documenta que el grueso de la colección fue robado por los franceses: dos cálices de plata, uno fechado en 1871 y el otro del siglo XIX; una concha de bautizar de plata de 1830; dos copones, uno muy bello de plata dorada de la segunda mitad del siglo XVII y el otro de plata, de la segunda mitad del siglo XVIII; unas crismeras de plata del último cuarto del siglo XVIII; una cruz de plata dorada, neoclásica, de hacia 1800; un hostiario de plata dorada de la primera mitad del siglo XVII; un incensario de plata del siglo XIX a juego con la naveta de plata de 1780; unas vinajeras de plata de 1871; y un ostensorio barroco de plata dorada, de la segunda mitad del siglo XVII.
En las dependencias parroquiales se encuentran varias tallas, algunas procedentes de las ermitas del municipio.
Se localiza muy alejada de la villa, en un bello entorno.
Construcción de posible origen medieval, totalmente reformada en 1984 tras ocurrir un incendio.
Presenta planta rectangular con cabecera de tres paños. Tiene los muros enlucidos y cubierta de madera a dos aguas con tres tijeras. La cabecera es poligonal, de tres lados.
Por el lado de la Epístola, donde se ubica la entrada, se adosa un pórtico sobre pies derechos de madera y pedestales de piedra. Los muros van enlucidos y con cadenas de sillar en vanos y esquinas. Se perforan mediante sendas ventanas rectas, una en la cabecera y otra en el muro de los pies, y la puerta es adintelada. Se cubre mediante una viguería de madera y tejado a dos aguas con limas.
En el altar hay una imagen nueva de San Adrián imitando una antigua en estilo gótico.
Ermita San Adrian
Se localiza en la parte baja de la Sierra de Urbasa, próxima a las ruinas de la ermita de San Gregorio.
Construcción románica tardía de finales del siglo XII con ábside semicircular, y cuya cubierta fue parcialmente renovada en el barroco.
Ermita de la Concepción
Presenta planta de nave única de dos tramos y cabecera semicircular. Los muros se encuentran enlucidos. La cubierta se compone de un primer tramo con bóveda de arista, el segundo con bóveda de cañón y el ábside con bóveda de horno.
El coro de madera se encuentra a los pies de la nave y corresponde probablemente a la época de la reforma en el siglo XVIII.
Se localiza saliendo de la villa por la carretera al valle de Ergoyena.
Se identifica la ermita con la iglesia medieval de Santa María de extramuros. Consta documentalmente que ya existía en 1605.
Las bóvedas se sustituyeron en el siglo XVIII y modernamente por una cubierta de madera a dos aguas con cuatro tijeras. Los muros que se conservan son probablemente de la primitiva iglesia medieval.
Consta de una planta de nave única de tres tramos originales más uno de la ampliación moderna de 1843 y una cabecera de tres paños. Los muros se encuentran enlucidos. La cabecera conserva una bóveda barroca, mientras que la cubierta de la nave es de madera. El coro situado a los pies de la nave es también de madera. La sacristía se adosa a la cabecera por el lado del Evangelio.
Al exterior, una puerta de medio punto de sillar con dovelas radiales.
Tenía esta ermita un retablo rococó decorado con rocalla.
Se localiza del pueblo hacia Bakaikoa, en estado ruinoso aunque mantiene los muros perimetrales que conforman una planta rectangular más cabecera recta. Consta de dos tramos desiguales creados por un tabique añadido con posterioridad a la edificación.
En el interior, muros enlucidos con cubierta de madera a dos aguas, con tijeras parcialmente derruidas.
En el exterior, muros de sillarejo y sillar con la puerta adintelada de acceso.
En el muro testero quedan restos de pinturas murales con decoración geométrica de aspecto moderno
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